12.4 Ausencia de respuesta de registro y de unidad

Nótese que a pesar de que se hayan tomado las medidas de ajuste necesarias en el diseño de la encuesta, cuando ya ha terminado el proceso de recolección de información, se debe lidiar con la ausencia de respuesta para evitar sesgos y aumentar la precisión de los estimadores en la encuesta. La literatura especializada examina dos metodologías diferentes pero complementarias en el ejercicio de una encuesta: la prevención de la ausencia de respuesta (antes de que ocurra) y las técnicas de estimación necesarias para tener en cuenta la ausencia de respuesta de manera apropiada en el proceso de inferencia, después de la recolección de los datos.

Si el mecanismo de ausencia de respuesta se asume MCAR, es posible contemplar en el proceso de inferencia únicamente a aquellas unidades que tienen registros completos y eliminar de la base de datos a aquellas unidades que no contestaron (list-wise deletion). A pesar de que este tipo de análisis es simple, para evitar subestimaciones de los parámetros de interés, se debe realizar un ajuste de los factores de expansión inducidos por el diseño muestral, que originalmente fue planeado con un tamaño de muestra más grande que el efectivo. De esta forma, es posible suponer que la muestra de respondientes corresponde a una submuestra completamente aleatoria de la población y utilizar los principios de los diseños en dos fases. Heeringa, West, y Berglund (2010, cap. 11) afirman que este tipo de análisis, además de inducir posibles sesgos si el supuesto MCAR no se cumple, reduce la eficiencia de la inferencia debido al decremento del tamaño de muestra efectivo. Por lo tanto, en la mayoría de encuestas, este supuesto no se asume y se realiza un ajuste adicional, después de que ha ocurrido la ausencia de respuesta.

En general se puede afirmar que existen dos tipos de ausencia de respuesta: la primera, debido a la falta de respuesta de una unidad de observación (ausencia de respuesta de unidad), y la segunda debido a la falta de respuesta de una unidad en algunas variables de interés (ausencia de respuesta por registro). Es por esto que C.-E. Särndal, Swensson, y Wretman (2003, sec. 15.5) afirman que las principales técnicas para tratar la ausencia de respuesta son el ajuste a los pesos de muestreo y la imputación. El ajuste por ponderación implica aumentar los pesos aplicados en la estimación de los valores y de los encuestados para compensar los valores que se pierden debido a la ausencia de respuesta, mientras que la imputación implica la sustitución de los valores faltantes por valores artificiales.

La ausencia de respuesta tiene una repercusión evidente en la base de datos de la encuesta. Por ejemplo, en la base de datos inicial puede faltar toda la información de una unidad de observación; esto suele suceder porque el encuestador no pudo establecer contacto con el hogar, o porque la persona seleccionada no puede responder o simplemente porque se rehúsa a participar. En esta etapa es recomendable que el encuestador pueda determinar algunas características demográficas del hogar para poder realizar los ajustes pertinentes en el proceso de análisis. También es posible que en la base de datos exista información faltante en algunas registros de las unidades; esto puede deberse a muchas más causas y se evidencia en la base de datos inicial porque faltan algunos registros de la unidad de observación, aunque otros sí están efectivamente respondidos. Algunas causas asociadas a este fenómeno pueden ser estar relacionadas con que el respondiente se sintió agotado en algún momento del cuestionario, o porque alguna pregunta en particular no fue respondida por considerarse sensible.

En general, es posible hacer frente a este fenómeno indeseado desde varias perspectiva. Los siguientes son algunos puntos de vista para enfrentar la ausencia de respuesta:

  1. Ignorancia: lamentablemente, no es raro que se pretenda ignorar la ausencia de respuesta en la encuesta y realizar inferencias con los datos recopilados de las unidades respondientes, sin realizar ningún tipo de acercamiento estadístico para ajustar la inferencia.
  2. Prevención: diseñar la encuesta de modo que la ausencia de respuesta sea pequeña. Éste es el mejor método de enfrentarla. La capacitación al equipo encuestador, la redacción de las preguntas, la longitud del cuestionario, las revisitas y el agendamiento de las entrevistas pueden palear las altas tasas de ausencia de respuesta.
  3. Reacción: utilizar herramientas para analizar la encuesta de modo que se corrijan los sesgos causados por la ausencia de respuesta. En este caso es posible ajustar los ponderadores de las unidades, o establecer procedimientos de imputación en los registros.

Ignorar la ausencia de respuesta puede tener consecuencias graves en el entendimiento del constructo de interés en la encuesta. Más aún, puede llevar a tomar decisiones erradas de política pública. Por ejemplo, si se omite el efecto de la ausencia de respuesta en una encuesta de ingresos y gastos, se podría subestimar el ingreso medio y el ingreso total en un país; si se omite el efecto de la ausencia de respuesta en una encuesta de desempleo, se podría subestimar el número total de desempleados; además, si se omite el efecto de la ausencia de respuesta en una encuesta de victimización, se podría subestimar el número total de víctimas.

La ausencia de repuesta conlleva grandes efectos de sesgo en los resultados de calidad de las estimaciones. Debe contemplarse muy bien la mejor estrategia para hacer frente a sus consecuencias. Por ejemplo, si se aumentara el tamaño de muestra para enfrentar la ausencia de respuesta, es posible que nos encontremos con una mayor cantidad de personas de la misma clase de respondientes (homogeneidad). En este caso, el sesgo puede aumentar porque se malgastaron recursos que hubiesen servido para remediar la ausencia de respuesta con otras medidas.

Referencias

Heeringa, Steven G., Brady T. West, y Patricia A. Berglund. 2010. Applied survey data analysis. Chapman y Hall/CRC statistics en the social y behavioral sciences series. CRC Press.
Särndal, Carl-Erik, Bengt Swensson, y Jan Wretman. 2003. Model Assisted Survey Sampling. Springer Science; Business Media.