Capítulo 20 Comparabilidad: rediseño, impacto y empalme

Entre los objetivos más importantes de las Oficinas Nacionales de Estadística se encuentra el ser garantes de la comparabilidad de las estadísticas oficiales publicadas regularmente. Como se ha visto a los largo de todo este libro, entendemos una estrategia de muestreo como una dupla compuesta por un diseño de muestreo y un estimador. Desde un punto de vista estadístico esta dupla crea una medida de probabilidad discreta que induce las estimaciones de las estadísticas oficiales que serán publicadas y diseminadas por las ONE mediante la realización de las encuestas de hogares. Esta medida de probabilidad no solo induce la estimación puntual del parámetro de interés, sino que a su vez induce una estimación de su varianza y error de muestreo, que a su vez redunda en una inferencia completa y correcta.

La estabilidad en el tiempo de la medida de probabilidad de las encuestas de hogares trae grandes ventajas, pues además de poder realizar comparaciones transversales entre subgrupos poblacionales de interés (región, zona, sexo, edad, escolaridad, discapacidad, etnia, entre muchos otros), será también posible realizar comparaciones temporales de dichos subgrupos. Uno de los ejemplos más ampliamente difundidos son los parámetros del mercado de trabajo (tasa de desocupación, tasa de participación, tasa de informalidad, entre otros), cuya importancia es tal que las ONE disponen de levantamientos continuos para poder estimarlos y diseminar su publicación regularmente (de forma trimestral, o incluso mensual). La comparación temporal de estas cifras permite el planteamiento de políticas públicas oportunas.

Por ende, el cambio de alguno de los componentes de la estrategia de muestreo afectará de alguna manera la comparabilidad de las estadísticas oficiales en algunos puntos del tiempo y, si el efecto es significativo, incluso podrá poner en tela de juicio la idoneidad de la inferencia para la estimación de los parámetros de interés. Por ejemplo, considere que, debido a la coyuntura socioeconómica de un país, efectivamente hay un cambio negativo en el mercado de trabajo en un periodo de interés; pero este cambio no podrá ser debidamente captado si existe algún cambio simultaneo en el diseño de muestreo (que a su vez viene inducido por la forma en que se recolecta la información) o en el estimador de muestreo (debido cualquier cambio en el ajuste a los factores de expansión incluyendo los modelos de ausencia de respuesta y calibraciones).

Por la evolución natural de las encuestas, la adopción de nuevas metodologías de medición, el cambio en la forma de recolección de la información o incluso la adopción de nuevas proyecciones censales por la realización decenal de los censos de población y vivienda, es casi una tarea imposible no realizar ningún cambio en la vida de las encuestas de hogares. En este capítulo describiremos cuál es la mejor manera de realizar estos cambios para minimizar su impacto, cómo medir este efecto en el tiempo y, llegado el caso, cómo hacer comparables las series de tiempo que han sufrido una discontinuidad en un punto del tiempo debido a un cambio en la medida de probabilidad.